¡Compré mi barco!

¡Compré mi barco!

Vengo de una familia sin tradición marina; de hecho, mis padres no sabían ni nadar. Pasaron del río del pueblo al mar de Barcelona, pero el mar nunca dejó de ser para ellos un escenario decorativo que se acababa a las 3 millas. Yo nací en Barcelona, y viví el cambio...